Jeremy Anagnos, Gestor de la estrategia Global Listed Infrastructure de Nordea, examina las tendencias positivas en esta clase de activo
Incluso antes de la pandemia, ya eran evidentes las condiciones muy favorables para las infraestructuras. Por ejemplo, para apoyar el crecimiento y el desarrollo tanto en los mercados desarrollados como emergentes, la OCDE ha estimado unas necesidades de inversión mundial en infraestructuras de 6,3 billones USD anuales hasta 2030. De hecho, el espacio de las infraestructuras cotizadas es una de las clases de activo global de crecimiento más rápido: el valor de mercado de este universo cotizado se ha ampliado de los 400 000 millones USD en 1995 a los cerca de 4,2 billones USD actuales. Este crecimiento ha sido respaldado por los gobiernos que tratan de estimular la participación del sector privado.
Nordea Asset Management está bien situado para seguir capitalizando estas tendencias a través de la estrate-gia Global Listed Infrastructure de Nordea, gestionado por el especialista en activos reales CBRE Clarion Secu-rities. El equipo de inversión en infraestructuras globales cotizadas de esta empresa, liderado por Jeremy Anagnos, consta de ocho profesionales con una media de 9 años de experiencia en el sector.
Crecimiento multianual de la descarbonización
Anagnos es optimista sobre las perspectivas de las infraestructuras cotizadas cuando superemos la pandemia; en particular, en el ámbito de la descarbonización. «La transición hacia energías limpias debería suponer una revitalización de los activos envejecidos de las redes. Se prevé que las inversiones anuales aumentarán un 50 % entre 2020 y 2030, lo que se traduciría en unos beneficios y dividendos atractivos», señala Anagnos. «Para muchas empresas de infraestructuras, la descarbonización se ha convertido en un tema destacado. Muchas todavía poseen antiguas y costosas centrales eléctricas de carbón, que se espera que sean sustituidas por centrales de renovables cada vez más baratas. Soluciones innovadoras como almacenamiento de baterías, contadores inteligentes y eficiencia de la red, también suponen oportunidades de inversión atractivas».
Anagnos cree que el universo de los servicios públicos, uno de los cuatro pilares clave de las infraestructuras cotizadas (comunicaciones, servicios públicos integrados y regulados y transporte), sea quizás el área de inversión más atractiva hoy en día dentro de esta área. «Los servicios públicos regulados tradicionales, que poseen los cables y los postes, están cada vez más integrados: mediante la construcción y la titularidad de plantas de generación renovables, la inversión en tecnologías de almacenamiento de baterías o los contadores inteligentes domésticos», comenta Anagnos. «Estos servicios públicos también invierten en la red eléctrica. Por ejemplo, el aumento del número de paneles solares en los hogares requiere que la red se modernice y se adapte a las nuevas circunstancias. Los servicios públicos integrados que seleccionamos, como el grupo italiano Enel, facilitan esta transición. Esta innovación es crucial para que la sociedad avance hacia un futuro con energías más limpias»
En el espacio de las comunicaciones de alto nivel, Anagnos es especialmente optimista respecto a los centros de datos. Estos registran una creciente demanda debido al rápido aumento de los contenidos y las redes sociales, sin embargo, a menudo quedan excluidos de los índices de infraestructuras «puras».
Sin embargo, el planteamiento sin limitaciones del equipo de CBRE Clarion Securities trata de capitalizar todas las oportunidades de infraestructuras atractivas disponibles. «No queremos ponernos límites ante las oportunidades de inversión en infraestructuras», explica Anagnos. «Hemos invertido en torres y redes de fibra durante mucho tiempo, pero, para facilitar el movimiento de los datos, los centros de datos son críticos. Si bien no todos los centros de datos poseen características de infraestructura básica, hemos encontrado algunos nombres internacionales que son una parte esencial de toda la red y disponen de mucho campo para crecer, especialmente en un entorno virtual creciente. Los índices suelen carecer de uniformidad en cuanto a las infraestructuras, por lo que los centros de datos pueden figurar en sectores como las telecomunicaciones o en fondos de inversión inmobiliaria especializados. Los mayores inversores institucionales del mundo invierten en centros de datos como infraestructuras básicas, una postura que nosotros también hemos adoptado».
Cotización con un triple descuento
Las infraestructuras cotizadas poseen un historial de protección frente a las pérdidas y de rendimiento superior cuando aumenta la volatilidad de los mercados de renta variable. Sin embargo, no fue así en 2020, cuando la pandemia desafió determinados ámbitos económicamente sensibles, a pesar de que la mayoría de los sectores esenciales de las infraestructuras reportaron unos beneficios relativamente estables desde el inicio de la COVID-19. Por ejemplo, los aeropuertos fueron los más rezagados y muchas compañías tuvieron que recortar dividendos ante unos descensos sin precedentes del 80-90 % en el volumen de tráfico. Las empresas de distribución de servicios públicos también se vieron afectadas por el acusado declive del consumo de combustible relacionado con los viajes, así como la menor actividad económica. Por consiguiente, el espacio de las infraestructuras globales cotizadas presenta ahora un triple descuento:
- En comparación con los mercados de renta variable: un descuento del 5 % respecto a la renta variable mundial, frente a una prima del 10 % a largo plazo. Sin embargo, Anagnos no prevé que el rendimiento se desvincule de los fundamentales sólidos durante mucho más tiempo. «En relación con la renta variable mundial, las infraestructuras globales cotizadas están cerca de su mayor descuento desde la crisis financiera global. Se ha podido ver la resiliencia de los beneficios y la estabilidad de los flujos de caja, pero el mercado se ha fijado en otras áreas del mercado de renta variable, principalmente en sociedades tecnológicas de alto crecimiento».
- En comparación con los mercados privados: «Los activos de infraestructuras de los mercados cotizados se negocian con un 20 % más de descuento respecto a los mercados privados. Esta brecha es soportada por un “muro” de capital privado a la espera de ser invertido, que distorsiona las valoraciones de los activos», aclara Anagnos. «El potencial de las fusiones y adquisiciones para los activos cotizados tampoco debería ignorarse, ya que el espacio cotizado atrae cada vez más a inversores institucionales, especialmente debido a las valoraciones con descuento y a la escasa disponibilidad de activos similares en los mercados privados».
- En comparación con el mercado de obligaciones: si bien los rendimientos de la deuda corporativa se han ido reduciendo en los últimos años, la rentabilidad de los dividendos de las infraestructuras cotizadas se ha mantenido firme. El diferencial de rendimiento relativo entre las infraestructuras globales y el crédito está muy por encima de su media a largo plazo.
Protección frente a un escenario reflacionario
Las infraestructuras poseen características que deberían permitir que estos activos tengan buen rendimiento a más largo plazo. «Poco más del 80 % de los activos de las empresas de nuestro universo poseen mecanismos explícitos o implícitos para transferir la inflación al usuario final a través de tarifas o peajes», explica Anagnos. «Esto compensaría gran parte del impacto derivado del aumento de los rendimientos de los bonos que uno esperaría si la inflación repuntara». A menudo se presupone que el sólido rendimiento de las infraestructuras cotizadas respecto a la renta variable general a lo largo de los últimos 20 años fue impulsado por los rendimientos de los bonos. Sin embargo, el sólido historial a largo plazo de las infraestructuras cotizadas se ha debido al ritmo más rápido de crecimiento de los beneficios subyacentes respecto a la renta variable general y no a una expansión del PER o los múltiplos EV/EBITDA en relación con la renta variable general. «Esto nos hace confiar en que las perspectivas de esta clase de activo a lo largo de los próximos años serán prácticamente independientes de la trayectoria de la inflación y los rendimientos de los bonos», afirma Anagnos.
Infraestructuras y sostenibilidad
Por último, Anagnos espera que el espacio de las infraestructuras cotizadas se beneficie de la gran demanda de los inversores internacionales de soluciones que fomenten la sostenibilidad. «Las infraestructuras cotizadas respaldan muchos de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y los flujos de los fondos ASG buscan cada vez más inversiones en esta clase de activos que apoyen la descarbonización y el agua limpia», señala Anagnos. «Las empresas de infraestructuras pueden generar efectos económicos, medioambientales y sociales positivos, contribuir, por ejemplo, a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, revitalizar zonas desfavorecidas y mejorar el acceso a servicios». En este contexto, se ha decidido retirar cualquier exposición al sector de distribución en la cartera del fondo. La exposición del fondo a este sector se ha reducido gradualmente a lo largo de los últimos años del 20 al 4 % a principios de 2021. Anagnos concluye: «Las infraestructuras crean la base de todas las economías al facilitar el desarrollo económico y social. Si se toma perspectiva, se puede apreciar la belleza de este sistema tan complejo».