Por Andrew Beck, presidente y consejero delegado de River Road Asset Management, gestora de estrategias de North American Value y North American Small Cap de Nordea
Mucho se ha escrito sobre la difícil y persistente situación que atraviesa el estilo de inversión centrado en el «valor» frente al de «crecimiento», pero lo que muchos actores del mercado podrían estar infravalorando es la extraordinaria duración de este periodo de rentabilidad inferior.
En EE. UU., los títulos de valor están rezagados respecto a los de crecimiento desde 2006: se trata, con diferencia, de la fase más larga de la que se tiene constancia. En cambio, la segunda fase de rentabilidad inferior más prolongada que registró el estilo centrado en el valor apenas duró la mitad de tiempo: de 1993 a 2000. El principal catalizador de la rentabilidad superior de los títulos de crecimiento ha sido la debilidad del crecimiento económico que ha llevado aparejada la actual expansión, que también está batiendo récords de duración.
Mientras el crecimiento siga escaseando, resulta poco probable que el estilo centrado en el valor pueda recuperar su predominio. No obstante, los inversores solo pueden seguir ignorando la brecha de valoraciones actual durante un tiempo determinado, dado que los títulos de crecimiento cotizan con unos múltiplos notablemente superiores a los de sus homólogos de la categoría de valor. Esta afirmación es válida para la totalidad del espectro de capitalizaciones bursátiles.
Si bien las valoraciones siguen situándose por debajo de sus extremos históricos, como los alcanzados durante la burbuja de los valores TMT, resulta sumamente improbable que en los próximos años sigamos asistiendo al predominio del estilo de crecimiento.
Ya que hablamos del auge de Internet y del estallido de la burbuja con el cambio de milenio, me gustaría mencionar que mi trabajo como gestor de carteras durante este periodo contribuyó a forjar mi filosofía de inversión. En esencia, creo que el precio que pagamos por cualquier inversión es tan fundamental como cualquier otro parámetro. Por tanto, el margen de seguridad asociado a la inversión centrada en el valor me confiere la tranquilidad necesaria para invertir los ahorros que tanto les ha costado reunir a nuestros clientes.
No obstante, al igual que todos los inversores de valor, contar con un proceso riguroso para evitar verse atraídos por «trampas de valor» reviste una especial importancia. Nuestro exclusivo enfoque Absolute Value® está específicamente concebido para evitar las trampas de valor: se centra en empresas de elevada calidad que se negocian con descuentos interesantes respecto de su valor intrínseco en vez de en compañías de escasa calidad que presentan descuentos muy significativos.
Asimismo, resulta imprescindible hacer gala de una disciplina de venta estructurada que evite promediar a la baja las posiciones que registran pérdidas: un importante desacierto que cometen muchos inversores de valor. Así pues, nuestro estilo presenta una interesante combinación de características de valor y calidad, así como de crecimiento.
Los mejores títulos de pequeña capitalización
Si bien el mercado lleva bastante tiempo dando la espalda a los títulos de valor, observamos numerosas oportunidades interesantes, especialmente en los sectores industrial, tecnológico y de servicios de comunicación. Tener una sobreponderación en el sector tecnológico podría resultar una estrategia poco habitual para un inversor centrado en el valor, pero no todos los títulos tecnológicos están valorados con múltiplos extremos como los FAANG: muchas empresas consolidadas y de elevada calidad de este sector se negocian con descuentos razonables.
En el segmento industrial, nuestras inversiones incluyen en gran medida distribuidores y proveedores de servicios para empresas, en vez de las empresas manufactureras, de carácter más cíclico. Por otro lado, contamos con una visión negativa sobre el segmento bancario estadounidense de pequeña capitalización, que debe hacer frente a ingentes obstáculos a largo plazo.
En cuanto a la capitalización bursátil, a día de hoy creemos que los mejores títulos para una estrategia de inversión centrada en el valor son aquellos con una capitalización bursátil de 10.000 millones de dólares o menos. Identificamos continuamente oportunidades de valor en este segmento del mercado que han pasado desapercibidas. Además, las valoraciones de los títulos de pequeña capitalización en comparación con las de gran capitalización muestran los niveles más atractivos desde hace muchos años.
Un buen ejemplo de una oportunidad de valor interesante que pasa desapercibida en el segmento de pequeña capitalización es Cannae Holdings, una sociedad dirigida por Bill Foley, uno de los inversores con mayor éxito que hemos conocido. Foley —que lleva más de tres décadas comprando, desarrollando y monetizando empresas— llevó a cabo la escisión de Cannae de la compañía de seguros hipotecarios Fidelity National Financial, en 2014. Establecimos nuestra posición inicial poco después.
Cannae cuenta con notables participaciones accionariales en un heterogéneo grupo de empresas, como el proveedor de servicios de recursos humanos Ceridian HCM, el proveedor de servicios de datos Dun & Bradstreet, el proveedor de servicios de codificación y de documentación clínica T-System Holdings y el operador de restaurantes American Blue Ribbon. Cannae ha reducido su número de acciones en aproximadamente un 22% desde 2014 tras haberlas comprado con un precio medio de menos de la mitad del que presentan en la actualidad. Además, mantiene un sólido balance y la mayoría de su deuda está a manos de sus filiales. Utilizando una valoración por suma de las partes, Cannae sigue negociándose con un descuento considerable frente a nuestra evaluación de su valor intrínseco.
Otra oportunidad poco explorada es Hostess Brands, la emblemática y centenaria marca estadounidense de repostería. En 2013, Hostess fue adquirida, tras declararse en quiebra, por la firma de capital riesgo Apollo Global y el exitoso inversor multimillonario de capital riesgo Dean Metropoulos, antes de salir a bolsa en 2016.
Hoy día, Hostess es la segunda marca de productos de repostería en EE. UU., con una cuota de mercado de más del 18%. Además, sus productos se venden con una prima significativa respecto del líder del mercado. El equipo directivo ha mejorado de forma notable la eficiencia operativa y la rentabilidad, al tiempo que ha ampliado sus marcas y capacidades a través de la adquisición a un precio sumamente reducido de la pastelería de Chicago Cloverhill Bakery. Al igual que Cannae, sus acciones cotizan con un notable descuento frente a nuestra evaluación de valor intrínseco, lo que aumenta su atractivo de cara a un potencial comprador.