Cuando se trata de invertir en ESG, la mayoría de la gente piensa en excluir a las empresas “malas” de sus carteras. Pero hay otra manera muy eficaz de influir en el comportamiento corporativo: El voto.
En resumen:
- La propiedad activa, que incluye tanto el compromiso como el voto, envía una señal a las empresas de que su comportamiento en cuestiones ambientales y sociales es importante para los accionistas.
- Mientras que el desempeño electoral de la industria en general se ha mantenido estancado en los últimos años, Nordea, en contraste, apoyó el 91% de las resoluciones ambientales y sociales en 2021.
- El informe de ShareAction de 2021 muestra que los miembros de Climate Action 100+ o la iniciativa Net Zero Asset Managers votan con más apoyo que los no miembros sobre las resoluciones sobre el clima. Nordea fue uno de los tres únicos gestores de activos que votaron a favor del 100% de las resoluciones sobre el clima de sus tenencias.
La forma en que los gestores de activos utilizan sus votos es crucial para el comportamiento de una empresa. El informe de asuntos de votación de 2021 de ShareAction, que examina el desempeño de los grandes gestores de activos en cuanto a resoluciones ambientales y sociales, reveló que muchos gestores de activos pierden oportunidades para facilitar el cambio real al no votar. Peor aún, los mayores gestores de activos del mundo frecuentemente bloquean los esfuerzos para avanzar en cuestiones ambientales y sociales.
Como accionistas, tenemos el poder de ayudar a las empresas a mejorar la gestión de sus riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza. En Nordea Asset Management (NAM), creemos que esta es una parte importante de la protección de los intereses a largo plazo de los accionistas y de la sociedad. NAM tiene una larga historia de impulsar el cambio a través de acciones como viajes de campo, diálogos y votaciones, como parte de nuestro objetivo de ofrecer a los inversores retornos con responsabilidad. 2 Estos esfuerzos de compromiso nos permiten abordar los riesgos y oportunidades de sostenibilidad material.
Votar por el cambio
En 2021, NAM votó en más de 4.200 Reuniones Generales sobre miles de propuestas, incluyendo temas de la ESG como el clima. Esto refleja nuestra ambición de votar en la mayoría de todas las Juntas Generales de nuestras empresas de cartera, que cuenta con el apoyo de un marco interdepartamental interno que está aumentando nuestra capacidad de voto.
Esta iniciativa contrasta marcadamente con el mercado en general. Según el informe ShareAction de 2021, el rendimiento general de la votación en nuestra industria no es impresionante. Incluso en las resoluciones de la ESG y del clima, un área de creciente interés de los inversores, el desempeño de la industria es notablemente pobre. Sólo el 21% (30 de 146) de las resoluciones ambientales y sociales evaluadas recibieron más del 50% de apoyo en 2021, lo que poco cambió con respecto al año anterior.
En cuanto al clima, la proporción de votos a favor sobre las resoluciones sobre el clima por cada gestor de activos, incluidos los miembros de Climate Action 100+ o la iniciativa Net Zero Asset Managers, se desglata en el informe ShareAction de 2021. 4 En esta clasificación, NAM es uno de los tres únicos gestores con una puntuación del 100%, a pesar del hecho de que muchos de los grupos de pares se están comprometiendo a apoyar las iniciativas de la agenda verde. El informe señala que “aunque el rendimiento de la votación de la industria en su conjunto sigue estancado, algunos directores individuales han mostrado una mejora sustancial”. Nordea fue una de ellas, apoyando el 91% de las resoluciones ambientales y sociales en 2021”. 5 Los esfuerzos de larga data de nuestros equipos de Gobierno Corporativo y Propiedad Activa siguen dando sus resultados. Se nos considera uno de los mejores del sector, situando 8th en general en Europa y el primero en los países nórdicos en términos de actividad de votación.
Lo que está cada vez más claro es que la votación y el compromiso pueden solaparse. No es nada nuevo involucrar a nuestras empresas participadas para influir en los resultados, pero cada vez se presta más atención al hecho de que también nos permite abordar los riesgos y las oportunidades de sostenibilidad material. Las acciones de los inversores pueden marcar una diferencia significativa.
Un ejemplo de ello es el caso de ExxonMobil. NAM co-presentó una propuesta solicitando que la compañía comience a informar sobre cómo su cabildeo directo e indirecto se alinea con los objetivos del Acuerdo de Clima de París. Se ha producido una mayor divulgación en el sector sobre este tema, por lo que hemos visto esta resolución como una forma de que ExxonMobil se alineara con las mejores prácticas. Otros accionistas acogieron con clara satisfacción la idea de información adicional sobre las actividades de cabildeo de la empresa y la pertenencia a asociaciones comerciales, y nos complace informar que nuestra resolución fue aprobada el 26 de mayo de 2021.
La industria de la gestión de activos tiene un papel vital que desempeñar en el tratamiento del cambio climático y otras cuestiones apremiantes. El voto por poder es una forma efectiva y pública de influir en las empresas en la dirección correcta y de impulsar el cambio en el mundo real.
Iniciativas como CA100+ y NZAM son una forma de influir en el comportamiento corporativo
Somos miembros de Climate Action 100+, una iniciativa mundial de inversores sobre el cambio climático lanzada en 2017. El objetivo de la iniciativa es comprometerse con las más de 100 empresas que son más críticas para la transición hacia emisiones netas cero. CA100+ tiene más de 545 inversores signatarios y es una de las mayores iniciativas climáticas impulsadas por inversores hasta la fecha.
También somos miembros fundadores de la iniciativa Net Zero Asset Managers, que implementa una estrategia de administración y compromiso, con una clara política de escalación y votación, que es coherente con las ambiciones de que todos los activos bajo administración alcancen emisiones netas cero antes de 2050. El cero neto se refiere a los objetivos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y compensar plenamente las emisiones restantes mediante actividades que eliminan los gases de efecto invernadero del medio ambiente (como la plantación de árboles).